El Ministerio de Medio Ambiente ha detectado un total de 7.724 regadíos clandestinos, explotaciones agrícolas cuyos propietarios desviaban recursos de canales y pozos sin estar autorizados para ello por las confederaciones hidrográficas y sin formar parte de las comunidades de regantes de sus áreas.
El dato, que corresponde a las actuaciones realizadas en los últimos cinco años por las guarderías fluviales y los agentes medioambientales de las confederaciones estatales, figura en una respuesta parlamentaria del Gobierno al diputado oscense y portavoz de Medio Ambiente del PSOE Gonzalo Palacín, y revela una de las realidades del campo español: el deficiente control del aprovechamiento del agua.