El Océano Pacífico se ha vuelto tan ácido que está disolviendo las conchas de los cangrejos Dungeness jóvenes en la costa noroeste de los Estados Unidos. Ésta es la conclusión a la que se llega en un estudio realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU, (NOAA en sus siglas en inglés). En el análisis, realizado en conjunto con otros investigadores de EE.UU, Canadá, Eslovenia y el Reino Unido ha sido publicado por la revista Science of the Total Environment.
Los científicos sabían que la acidificación del océano estaba dañando a los pterópodos, que son pequeños caracoles de natación en los que se alimentan el salmón, la caballa y el arenque. Sin embargo, pensaron que no verían daños similares en el cangrejo Dungeness, al menos ahora, aunque sus modelos sugirieron que eso podría suceder en un futuro de cambio climático. Sin embargo, el aumento estimado de dicho daño ya es del 8,3 por ciento en comparación con hace 20 años.
De hecho, el futuro parece haber llegado. La acidificación de los océanos ocurre cuando se baja el pH del agua del océano, principalmente debido a la absorción de dióxido de carbono de la atmósfera durante períodos de tiempo prolongados. Ese proceso significa que hay menos iones de carbonato en el agua de mar, y esos carbonatos son componentes esenciales para la vida marina, incluido el coral.
El análisis de las muestras de cangrejo Dungeness jóvenes recolectadas durante una misión de investigación marina de 2016 confirmó el daño a la capa superior, llamado caparazón, así como la pérdida de pequeños elementos similares a pelos.
Los cangrejos usan estos mecanorreceptores como una especie de herramienta de navegación para orientarse en sus entornos, y esencialmente se quedan calvos cuando las cerdas se caen de un caparazón que ya no es lo suficientemente fuerte como para sostenerlas.
Otros cambios en los caparazones incluyeron cicatrices y crestas anormales, que pueden afectar la supervivencia de los cangrejos en términos de natación, mantenerse flotante y erguido, y escapar de los depredadores. Los cangrejos dañados también eran más pequeños, lo que sugiere que experimentan posibles retrasos en el desarrollo.