Durante décadas la Ciénaga de Ayapel situada en el caribe colombiano ha sido una reserva que durante décadas ha surtido de alimento a las familias de pescadores. Sin embargo y debido a su contaminación acaba de ser incluida en la lista de humedales Ramsar con el objetivo de proteger su biodiversidad.
Esta ciénaga es la segunda más importante de Colombia y abarca parte de los departamentos de Córdoba y Sucre. Diariamente los pescadores extraen peces de agua dulce como el bocachico, bagre, coroncoro o dorado, aunque cada vez lo hacen en menor cantidad.
Según los pescadores de mayor edad en épocas pasadas los camiones iban “cargados hasta el techo” con pescados que se repartían en Bogotá y otras grandes ciudades del país. Sin embargo, esta riqueza natural ahora corre peligro porque sus aguas han pasado a ser de un color terroso que tiene preocupados a los campesinos y los pescadores de la zona.
Un estudio elaborado el pasado año por la Universidad de Córdoba, entre sus amenazas están el auge de la pesca deportiva y comercial sin regulación; la minería ilegal que aguas arriba vierte mercurio, cianuro y otros residuos tóxicos; y la deforestación que ha causado graves inundaciones.