Estos días la organización ecologista Greenpeace está celebrando una victoria de relevancia histórica: un esperado pactointernacional que consiste en proteger de la actividad pesquera industrial una zona de 2,8 millones de kilómetros cuadrados en el Ártico.
El acuerdo cuenta con el apoyo de Estados Unidos, China, Rusia, la Unión Europea, Japón, Canadá, Noruega y Corea del Sur. A este también se suma la ratificación de la protección de 1,5 millones de kilómetros en el mar de Ross, en la Antártida.
Este convenio internacional supone la moratoria de la pesca industrial durante los próximo 16 años en la región de las aguas internacionales del Alto Ártico, luego de que Salva el Ártico, una campaña que reuniera el apoyo de más de ocho millones de personas en el mundo.