La contaminación por dióxido de nitrógeno ha desbordado la almendra central de Madrid y ha alcanzado a otras poblaciones de la región. Alcalá de Henares, Coslada, Getafe y Alcobendas sobrepasaron ayer los 200 microgramos por metro cúbico, nivel que desencadena las alarmas en la capital. En la Comunidad no existe un plan específico para estas situaciones. Ante la persistencia del episodio de polución, Madrid prohibió aparcar ayer en los estacionamientos de superficie de la almendra central a todo aquel que no fuera residente.
Es imposible contener el avance del dióxido de nitrógeno (NO2). El contaminante, que procede sobre todo de los vehículos diésel, se extiende a kilómetros del centro de Madrid en altas concentraciones. Alcalá de Henares, a más de treinta kilómetros de la capital, batió el récord el miércoles pasado con 229 microgramos por metro cúbico. A poca distancia se situaron Coslada (228), Getafe (226) y Alcobendas (218).
Con niveles superiores a los 200 microgramos se activa el protocolo de alta contaminación del Ayuntamiento de Madrid. Algo que no ocurre en el resto de la región. Para el alcalde de Alcalá de Henares (200.700 habitantes), el socialista Javier Rodríguez Palacios, el gran problema es la falta de normas que se apliquen en toda la Comunidad. “Lo lógico es que en materias tan sensibles exista una gestión conjunta y no que cada municipio aplique sus propias normas”, concreta.
En la ciudad de Madrid, la situación continúa con muy mal pronóstico. El anticiclón impide que la polución desaparezca. El miércoles, cuando se activaron las restricciones para aparcar, la estación de medición del barrio del Pilar alcanzó los 321 microgramos por metro cúbico. Y 11 de los 24 puntos de registro de la ciudad se dispararon por encima de los 200 microgramos. No se libran de los malos humos ni zonas verdes como la Casa de Campo y El Pardo.
El Ayuntamiento, de Ahora Madrid, prevé que posiblemente hoy se continúe con el mismo escenario de ayer: prohibición de aparcar en las zonas reguladas por parquímetros a los no residentes desde las seis de la mañana a las nueve de la noche y limitación de la velocidad a 70 kilómetros por hora en la vía de circunvalación M-30 y en las carreteras de acceso. En caso de que los niveles de NO2 se redujeran, el Ayuntamiento desactivaría el protocolo y se volvería a la normalidad.
Al escenario 3, que implicaría restringir la entrada de coches dependiendo de la terminación del número de matrícula, no se podría llegar hasta el domingo, debido a que es necesario que se superen los 250 microgramos en dos estaciones durante tres días. Y eso no ha pasado todavía.
Aunque en general se ha respetado la velocidad impuesta, los radares sancionaron el miércoles a 398 vehículos en la M-30. Ayer la velocidad media global en esa vía y en las carreteras de entrada a Madrid descendió en un 13% con respecto al jueves anterior, alcanzando los 67 kilómetros por hora. El tráfico descendió una media de un 3%.
Desde el Gobierno regional recuerdan que están implantando el Plan Azul de Mejora de Calidad del Aire. La estrategia incluye la renovación de taxis, vehículos comerciales y el fomento del coche eléctrico, entre otras medidas. La Comunidad afirma que de esta forma ha cumplido con el objetivo de evitar la emisión de 4,5 millones de toneladas de CO2, como se fijó para 2012, aseguran.
A pesar de estos datos, los episodios de polución se repiten temporada tras temporada. En invierno llega el NO2 y en verano aparece el ozono malo.
Fuente y fotografía: El País