El enorme glaciar Jakobshavn, al oeste de Groenlandia, está reduciendo la velocidad en que arrastra hielo hacia el mar. Para llegar a esta conclusión se han utilizado varios tipos de datos satelitales que monitorean el flujo del glaciar en los últimos 20 años. Segúna ha informado la ESA (European Space Agency) el glaciar fluía a su máxima velocidad y perdía la mayor cantidad de hielo en 2012-2013.
El efecto general es que Jakobshavn ahora fluye más lentamente, engrosándose y avanzando hacia el océano en lugar de retirarse más hacia el interior.
Esto revierte la tendencia de 20 años de merma y retirada del glaciar. Pero, debido a todo lo que ocurre en el casquete glaciar y los pronósticos climáticos generales, no es necesariamente algo bueno para el nivel del mar.
Eso se debe a que, pese a que este glaciar en particular está creciendo, el casquete glaciar de Groenlandia todavía pierde una gran cantidad de hielo. Jakobshavn vacía solo el siete por ciento del total del casquete glaciar, por lo que, aunque creciera vigorosamente, la pérdida de masa del resto del casquete glaciar superaría esta ligera expansión.
El cambio de fase, piensan los científicos, puede estar relacionado con un clima muy frío en 2013. Esto habría dado lugar a que se desprendiera menos agua de deshielo del glaciar, lo que a su vez podría haber sofocado el mecanismo que atrae el agua del océano hacia Jakobshavn. Esta animación utiliza imágenes de radar de la misión de radar Copernicus Sentinel-1 y muestra el flujo del glaciar entre julio de 2017 y marzo de 2019.