Según el Parque Nacional Galápagos, durante el primer trimestre de año se han retirado unas 22 toneladas de residuos del archipiélago Galápagos, un frágil ecosistema declarado Patrimonio Natural de la Humanidad. La mayoría de la basura encontrada en las islas no proviene de actividades desarrolladas en dicho lugar sino de las corrientes marinas provenientes de Centro y Sudamérica y desde el continente asiático.

La limpieza de los residuos costeros tiene como objetivo estudiar la llegada de especies invasoras en los desechos arrastrados por estas corrientes oceánicas. Entre enero y marzo se han recogido diariamente residuos en las costas de las islas Isabela, Santiago, San Cristóbal, Santa Cruz y Floreana, así como en las bahías de las islas que están en el norte del archipiélago.

Asimismo también han realizado limpieza submarina, pues en Galápagos se halla la segunda reserva marina más grande del mundo, con 133.000 km2. Un conjunto de islas volcánicas del Pacífico que son parte de la reserva de la biosfera del planeta en las que habitan una flora y fauna únicas en todo el planeta.