Un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga, del Instituto de Ciencias Materiales de Sevilla y del Instituto Italiano de Tecnología han recreado un plástico biodegradable con residuos del tomate y celulosa para recubrir el interior de las latas de bebidas y conservas. Este material podría sustituir los componentes menos naturales que actualmente se hallan en el interior de estos envases.
Los expertos indican que este film se adhiere mejor a la celulosa y, para ello, han ensayado sobre trozos de latón lacado, el mismo componente que se encuentra dentro de dichos recipientes. Además, este bioplástico podría aplicarse en formato spray sobre superficies metálicas, plásticas o de otro material.
Actualmente la mayoría de envases de aluminio contienen por dentro una capa aislante formada por componentes químicos para proteger el producto. Tras el impacto de estos en la salud de muchas personas, la Unión Europea, a través de la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas, plantea la retirada de muchos de estos compuestos.
Entre las características naturales que destacan en este material son su permeabilidad del agua, así como la capacidad para retenerla e impedir la entrada y salida de gases. Su principal compuesto es un poliéster denominado cutina, el cual se encuentra en los frutos, los tallos y las plantas.