El grupo de investigación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, EOMAR , estudia la contaminación de microplásticos de las costas del archipiélago canario. Los expertos indican que este “fenómeno” afecta sobre todo a las costas orientadas al norte y al noreste de las islas.
Entre 2015 y 2016, la doctora en Biología Alicia Herrera y otros miembros de su equipo visitaron dos veces al mes las playas de Famara (Lanzarote), Lambra (La Graciosa) y Las Canteras (Gran Canaria) para recoger muestras del microplástico que se deposita a diario sobre la arena de dichos lugares.
Según los resultados, la mayor parte del plástico que llega a Canarias procede de otras partes del mundo a través de las corrientes. Un gran porcentaje de lo que pisamos en las orillas son pellets de resina o carbón mineral, el cual se encuentra en el estómago de peces y aves de manera habitual.
Una de las áreas más afectadas es la playa de Lambra, a pesar de ser la menos frecuentada de las tres que ha decidido estudiar EOMAR, es la más contaminada. Su polución plástica es similar a regiones industrializadas como Hong Kong y, además, cuenta con importantes cantidades de alquitrán.