La situación de los embalses en Barcelona comienza a ser alarmante. Estas cuencas internas abastecen de agua a la región metropolitana donde residen más de cinco millones de personas. Tal como informa La Vanguardia en un artículo, los embalses se encuentran actualmente al 45% de su capacidad aunque, según la media de la última década, deberían estar al 71%.
Los datos indican que los tres pantanos principales que abastecen a la región son Susqueda al 49% de su capacidad, Sau al 38% y La Baells al 49%. La situación es preocupante, aunque no tanto si lo comparamos con 2008, cuando los niveles de estos mismos embalses se situaron inferiores al 22% de su capacidad.
Sin embargo es muy probable que las reservas de agua bajen del 40%. Este hecho saca a la luz la gran pregunta: ¿Tendrá Barcelona restricciones de agua en 2018? De ser así, se debería utilizar todos los recursos posibles para hacer frente a la sequía, incluso el agua regenerada. Se empezaría por restringir el uso de agua potable en ámbitos del abastecimiento urbano, como son el riego de parques y jardines, el mantenimiento de fuentes o el llenado de piscinas.
Únicamente si las reservas bajaran del 16% conllevaría cortes en suministro de agua de boca, una situación de excepcional y de emergencia. Sin embargo nada es imposible pues las principales agencias europeas de meteorología, incluida la AEMET, indican que nos espera un primer trimestre de 2018 caluroso y seco.