Según el informe Global E-waste Monitor 2017 del programa Ciclos Sostenibles de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) cada ciudadano español genera una media de 20 kilos de basura electrónica al año, lo que implica el crecimiento de un 17 por ciento más de residuos que hace cuatro años. Un incremento que se debería al aumento de consumo de tabletas, smartphones, ordenadores y otros pequeños electrodomésticos.
Por lo tanto, España es el quinto país europeo que más basura electrónica produce por detrás de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. A nivel global, el año pasado se generaron cerca de 45 millones de toneladas de RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) en todo el mundo y las previsiones apuntan a que esta cifra siga creciendo en los próximos años tal y como se refleja en el informe Global E-waste Monitor 2017.