Una reciente investigación, publicada en la revista Proceedings of the Royal Society of London B, explica por primera vez el efecto de las condiciones ambientales, como la luz, los nutrientes, la temperatura o las perturbaciones físicas, en los patrones de longevidad de especies que habitan los fondos marinos.
Este estudio internacional sobre biología y ecología marina fue realizado por la Universidad de Barcelona, el Instituto de Ciencias del Mar y la Universidad de Colorado (EE UU). La conclusión principal de esta investigación afirma que los ecosistemas marinos profundos están dominados por especies longevas pueden alcanzar a vivir cientos o miles de años, mientras que en aguas más superficiales las especies solo viven algunas decenas de años.
Atendiendo a la diversidad biológica de los ecosistemas oceánicos, el nuevo trabajo apunta a que, a mayor profundidad, más longevas son las especies marinas que viven adheridas al sustrato. Aunque se sabía de forma teórica que los factores ambientales de los ambientes profundos –más estables frente a los cambios del medio– facilitaban que la vida se alargara en muchos organismos, «no había ningún estudio científico que demostrara cuantitativa y sistemáticamente ese patrón entre la profundidad y la longevidad», como ha afirmado Cristina Linares, profesora del departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Barcelona y coautora del estudio.