Al mismo tiempo que se alimentan, los erizos de mar excavan en las rocas donde habitan formando pequeñas cuevas. Así lo descubrió un equipo internacional de científicos, los cuales sugieren que la actividad de estos animales, que carecen de brazos y tienen un esqueleto externo, puede erosionar los arrecifes de mares templados.
Durante mucho tiempo los científicos se han preguntado si las pequeñas cavidades de las rocas en las que los erizos quedaban “anidados” las formaban ellos mismos. Un nuevo estudio liderado por la Villanova University en Estados Unidos, permite comprobar cómo se instalan estos animales en los huecos rocosos.
Los autores de la investigación comprobaron que los erizos de mar excavan la roca, removiendo material de todas las superficies rocosas. Tras recrear en el laboratorio las condiciones de los erizos, descubrieron que las tasas de excavación variaron dependiendo del tipo de roca, aunque durante un año cada erizo excavó alrededor de 32 gramos de arenisca de grano lo que permite cavar un agujero mediano en menos de cinco años.