Los primeros debates entre los especialistas ya han salido a la luz. Las monedas virtuales como el Bitcoin están todavía por llegar pero ya se critica la sostenibilidad de estas criptodivisas, sobre todo por su elevado gasto energético.
Según el Índice de Consumo Energético de Bitcoin, una de las grandes oposiciones a la moneda es porque su minería (proceso de extracción de las monedas virtuales) conlleva un gasto de electricidad estimado de 41, 42 teravatios-hora (a fecha del pasado 13 de enero).
Según el especialista Alex Preukschat, esto sucede por la forma de obtener las monedas: “a través de un proceso de ‘prueba de trabajo’ que consiste en la resolución de complejos algoritmos”, lo que supone la verificación de numerosos equipos informáticos.
La minería de Bitcoin es la que más energía consume porque al ser la moneda virtual de más valor (alrededor de 11.700 euros), supone un mayor incentivo para los mineros. Sin embargo el economista y experto en política monetaria, Eduardo Garzón, señala que se trata de un “despilfarro energético” pues las monedas virtuales cumplen un papel que ya realizan las convencionales.