La situación es grave: las reservas hídricas de la región están en el 45,7% de su capacidad máxima y, a pesar de las recientes lluvias, no hay señales de recuperación.
Para prevenir la alerta de sequía, que se haría efectiva si los embalses llegaran a estar por debajo del 40% de su capacidad la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) emprendió varias iniciativas, para evitarlo utilizará todos los recursos disponibles para reducir las pérdidas de los embalses del Ter y Llobregat. Luego de realizar acciones como aumentar la producción de agua potable en las plantas desalinizadoras y activar un planta regeneradora de aguas residuales, y ahora le ha llegado el turno a las reservas subterráneas en Cataluña.
Por eso, la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha comenzado la extracción de agua del acuífero profundo del delta del Llobregat a través de la captación de agua en los pozos de Cornellà cumpliendo una de las previsiones del plan de sequía de la Generalitat.