El castor está considerado dañino para el Medioambiente según gestores de cuencas hidrográficas, agricultores y empresas forestales. Sin embargo, un estudio checo explica que estos roedores mantiene las corrientes de los ríos, lucha contra la sequía y conserva sus ecosistemas.
Los expertos han estudiado la población joven de este animal permitiéndoles conocer sus hábitos y las zonas de expansión. “Los castores son importantes para ayudar a remansar el agua y son útiles en terrenos secos porque construyen represas que ayudan a mantener la humedad”, aseguró Ales Vorel, de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad Agrícola Checa.
La República Checa, Noruega y Rusia son los países que dedican más tiempo en estudiar a esta especie animal, bautizada como “el ingeniero del ecosistema”. Este proyecto checo se centra en analizar a los ejemplares jóvenes que abandonan el nido, buscan pareja y repueblan nuevas riberas.
Cuando los castores realizan una presa, consiguen ralentizar el flujo de agua en la corriente formando un humedal con ricos sedimentos que benefician a todo el ecosistema. Según Vorel actualmente la República Checa cuenta con una población de unos 5.000 castores.