Más de media Galicia se verá afectada por la alerta por sequía debido a la caída de las precipitaciones que padecen las demarcaciones de Miño-Sil y Galicia-Costa.
En concreto, se decreta la alerta en toda la demarcación Miño-Sil, que abarca desde León hasta la desembocadura del Miño, mientras que el próximo viernes se hará lo propio en seis zonas de Galicia Costa de las provincias de A Coruña y Pontevedra. Galicia estaba en prealerta desde enero.
Según el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín, se trata del «año más seco de la historia», con lluvias un 40% «por debajo de la media». El agua embalsada se encuentra en el 44,5%, 13 puntos por debajo de la media histórica del 57% – el año pasado estaba en el 61% -.
A pesar de la situación el Gobierno de Galicia ha dejado claro que el abastecimiento de la población «sigue garantizado» y esta declaración «no tendrá ningún efecto inmediato sobre la ciudadanía». Eso sí, el ejecutivo ha insistido en la necesidad de hacer un uso razonable del agua en Galicia ante esta situación, al tiempo que se buscará que el caudal de los ríos no tenga un efecto negativo en los ecosistemas medioambientales. También se pueden variar las normas de explotación de los embalses de ser necesario.