De 20 muestras, 18 tuvieron presencia de componentes químicos que amenazan la estabilidad de biodiversidad y ecosistema de la Antártica. Maccarena Marcotti, estudiante de medicina veterinaria realizó su investigación en la el sector de la isla Rey Jorge.
El componente más peligroso que se encontró es el Bisfenol A (BPA), el cual se suele encontrar en plásticos y material de construcción. “Mi intención era encontrar residuos farmacológicos, tomando en consideración los desechos y el movimiento de las corrientes marinas. Pero en vez de esto, encontré BPA, un componente que está demostrado ser cancerígeno y estrogénico. En altas concentraciones se ha registrado toxicidad sistémica, especialmente en niños”.
Ácido acetilsalicílico fue el segundo químico que encontró la investigadora. Es el componente principal de la aspirina, según explicó Marcotti, este elemento actúa como anticoagulante. Si un animal en el agua entra en contacto con él, el elemento impide su respiración.
A ello, se sumó la presencia de Irgarol, que se utiliza normalmente en las embarcaciones para que la fauna del lugar no se incruste en barcos o maquinarias. Por último, se encontró metilparabeno, que es utilizado en en preservantes, cosméticos y productos farmacéuticos.
Fuente y fotografía: El Dínamo