Mucho se habla estos días de la caída en barrena de los precios del petróleo. Que el barril perfora cada jornada nuevos niveles, que se paga a precios que no se veían desde el 2002, que a la caída no se le atisba el suelo… En fin, un continuo bombardeo de información para el ciudadano de a pie, que lo nota en el bolsillo cuando acude al surtidor para llenar el depósito del coche, pero al que quizá la cifra de que el barril está por debajo de los 30 dólares no le diga gran cosa.
Carburantes más baratos
Y ahora, una cifra para el bolsillo. España es uno de los países más dependientes del petróleo de todo el planeta. Así que esta caída en picado de los precios del oro líquido -en estos momento sin brillo- le viene de perlas. Tanto que el Gobierno estima que empresas y familias se van a ahorrar este año 15.000 millones de euros.
Otra: en Galicia, el litro de gasoil está por debajo del euro en la práctica totalidad de las gasolineras de la comunidad. Solo el 1 % superan ese listón: seis estaciones de servicio en A Coruña y una en Lugo. No así la gasolina, que sigue por encima del euro en todo el territorio. Pero, ¿por qué ha caído tanto el precio del petróleo y cuándo empezó a perder fuelle? El derrumbe comenzó a fraguarse a mediados del 2014 y es el resultado de una oferta de crudo muy superior a la demanda. Tanto como que sobran 1,5 millones de barriles diarios. Y así va a seguir siendo durante todo este primer semestre, según los cálculos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que no duda en advertir en su último informe de que el mundo corre el riesgo de «ahogarse en petróleo». Y eso es así porque la OPEP no ha reducido la producción en sus últimas reuniones. Y no lo ha hecho porque al principal productor, Arabia Saudí, le conviene mantener los precios bajos para acabar con la competencia de la industria del fracking.
Además, al mercado se ha unido otro actor que ha venido a echar más leña al fuego en el que arde la cotización del crudo. Se trata de Irán. El fin de las sanciones al régimen iraní supone otra lluvia de 500.000 barriles diarios.
Fuente y fotografía: La voz de Galicia