Continúa la cruzada de los socialistas manchegos contra todo lo que tenga que ver con el trasvase Tajo-Segura. Tras una concentración a la que acudieron entre mil y dos mil personas para pedir el fin de las transferencias y la calificación de «robo» por parte de uno de sus dirigentes -pese a que desde la Comunidad Valenciana se les contradecía por parte de sus compañeros de partido- ahora las miras vuelven al agua desalada.

El secretario de Organización del PSOE de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, cree que existe una solución para acabar con los trasvases de agua del Tajo al Levante, aunque ha admitido que es «complicada», pues pasa por subvencionar el agua de boca para la zona de Levante que procede de las desaladoras.

En el transcurso de un desayuno informativo, Fernádez Vaquero, que ha admitido que alcanzar acuerdos con el PP en materia de agua es «complicado», ha explicado que hay dirigentes de esta formación que le dicen que hay muchos ciudadanos en Murcia o Alicante que consumen el agua de las desaladoras, una solución que es cara: el precio puede ser, en origen, hasta nueve veces superior al del agua trasvasada.

De ahí que se haya mostrado partidario de subvencionar ese coste, todo para que dejen de llevar el agua del Tajo, porque en el Tajo «no hay agua ni para Murcia ni para Castilla-La Mancha», aunque los embalses de su cabecera guardan casi el triple de agua que los alicantinos. «Se están llevando lodo, los últimos trasvases responden a intereses electorales y no a intereses reales».

Dicho esto, ha incidido en la necesidad de llegar a un pacto importante, no el Memorándum cerrado por el Gobierno del PP, «que supuso la venta de agua al Levante».

Consciente de que sacar adelante el Plan Hidrológico Nacional es algo muy complejo, se tenga mayoría o minoría, ha indicado que la problemática del agua viene de lejos porque «hay intereses muy importantes y hay negocio».

Fuente y fotografía: ABC