San Francisco, Hong Kong y  Montreal son las tres ciudades pioneras que harán difícil comprar agua embotellada. Las tres ciudades han decidido prohibir la venta de estas botellas de un solo uso, que se están convirtiendo en un grave problema ambiental. Uno de los primeros ayuntamientos en tomar esta decisión fue el de Bundanoon, un pequeño pueblo australiano de menos de 3.000 habitantes. Ciudades turísticas como París y Londres, si bien no han tomado una medida aún, promueven el consumo de agua en fuentes públicas. Y en París, algunas fuentes hasta ofrecen agua con gas.

En comunidades autónomas como Andalucía, Baleares o Navarra se puede solicitar sin problemas agua del grifo en bares y restaurantes. Están obligados a servirla a sus clientes de forma gratuita y complementaria a la consumición que estén efectuando. En Cataluña, el Govern ha prohibido las botellas de plástico no reutilizables en las sedes de los departamentos y entes del sector público de la Generalitat.