Saber interpretar el agua es una cuestión de seguridad y fascinación, pues nos ayuda a orientarnos y mejorar nuestras habilidades de supervivencia en la naturaleza. Además conseguirá que cambiemos nuestra percepción sobre este recurso y nos ayudará a conservar el planeta. Ya no veremos de igual manera un lago, un río o un vaso de agua.
El navegante británico conocido por ser la única persona viva que ha cruzado a solas el Atlántico tanto por mar como por aire, Tristan Gooley, acaba de publicar “Cómo leer el agua” en español (editorial Ático de los libros). Con este libro Gooley pretende transmitir su fascinación por cada una de las formas de esta sustancia, según explica, el objetivo es “que la gente ya no vuelva a mirar el agua igual que antes”.
El autor repasa las características en las que podemos fijarnos para comprender lo que este recurso “nos quiere decir”. Es vital para la vida pero casi nunca nos paramos a fijarnos en el color de las playas o la luminosidad, por ejemplo. Por eso la estrategia de Gooley para promover la conservación del agua es la de comunicar su atractivo y no decirle a la sociedad cómo tiene que comportarse.