Al igual que los oasis en el desierto, el municipio valenciano de Picassent asistió estos días a un milagro de la naturaleza. En medio de la persistente sequía que asola la región ha nacido una laguna. Con 14.000 metros cuadrados y una profundidad entre 8 a 10 metros y el ayuntamiento ha pedido un informe para averiguar las causas de su origen a la Generalitat Valenciana.
La laguna apareció en una cantera abandonada, por lo cual se especula con varias hipótesis. Una de ellas propone que que durante la explotación minera se bombeara el agua para evitar se filtrara. Una vez que, debido a la crisis del ladrillo, la cantera se abandonó, el agua subterránea habría emergido a la superficie. Por eso, debido a su probable origen en las capas freáticas, la laguna no sería afectada por la falta de lluvias.