La Comisión Europea se muestra decidida y pretende prohibir en las próximas semanas tres insecticidas que están afectando negativamente a las abejas y poniendo en peligro sus poblaciones. En 2013 se restringió el uso de neonicotinoides pero ante la ineficacia de esta restricción, crean una campaña para salvar a las abejas.
Un total de 80 organizaciones europeas forman la Coalición para Salvar a las Abejas, un conjunto de asociaciones de apicultores, organizaciones de ecologistas, agricultores y científicos de la Unión Europea con el objetivo de pedir la eliminación total de estos plaguicidas neonicotinoides.
Los estudios indican que estos productos tóxicos son uno de los factores clave en el declive de las poblaciones de las abejas. Su uso continuado origina desorientación de los insectos polinizadores, los cuales se ven incapaces de volver a las colmenas y la producción de miel es más baja.
Se trata de los insecticidas más usados en todo el mundo y que están presentes en el medio ambiente terrestre y acuático. El hecho de que el producto químico quede en las plantas y las flores, provoca la contaminación del polen y el néctar que liban las abejas.