La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indica que las reservas de carbono que almacenan los suelos pueden ser esenciales para reducir la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera y mitigar el cambio climático.
El estudio muestra un Mapa Mundial de Carbono Orgánico del Suelo que ilustra áreas naturales con un elevado almacenamiento de carbono que requiere conservación. Así como se designan regiones donde sería posible retener una mayor cantidad de este elemento. Según la organización, esta información podría ser una buena herramienta para tomar decisiones sobre prácticas que apunten a preservar y aumentar las actuales existencias de carbono del suelo, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
Restaurar estos suelos implica eliminar hasta 63.000 toneladas de carbono de la atmósfera, contribuyendo significativamente a luchar contra el cambio climático. Además los suelos con alto contenido de carbono orgánico suelen ser más productivos, purifican mejor el agua y aportan a las plantas condiciones humedad óptimas.
El mapa fue diseñado con motivo del Día Mundial del Suelo y señala que en todo el mundo los 30 primeros centímetros de la superficie contienen alrededor de 680.000 millones de toneladas de carbono, casi el doble del presente en la atmósfera. El 60% de esas toneladas se encuentran distribuidas por Rusia, Canadá, Estados Unidos, China, Brasil, Indonesia, Australia, Argentina, Kazajstán y la República Democrática del Congo.