El pasado martes el Pleno del Congreso demandó al Gobierno defender de manera exigente los objetivos “verdes” en el marco comunitario y solicitaron que para 2030 eleven al 40% el objetivo nacional de uso de renovables, así como un 40% de eficiencia energética.

El texto aprobado recoge otras medidas como son: la eliminación de “las dificultades que pudieran existir al autoconsumo eléctrico”, la defensa del acceso “en condiciones de prioridad” a la red eléctrica por parte de las energías renovables, y el apoyo a las cooperativas para garantizarles un pleno acceso a la red de distribución como productores energéticos.

Además en el texto se indica la limitación de las subvenciones públicas a los agrocombustibles que compitan con la producción alimentaria, cuya deforestación conlleva elevados riesgos sociales y ambientales.

Otras propuestas que se aprobaron en el Congreso fueron el establecimiento de una “estrategia transversal contra la pobreza energética” que recoja actuaciones de ahorro energético en los hogares más vulnerables. También contar con un presupuesto de carbono para todos los países de la UE de manera obligatoria, reforzar la cooperación a nivel nacional, regional y municipal y fijar una tasa de renovación de viviendas “eficientes, saludables y asequibles”.

La moción fue impulsada por Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y secundada por el PSOE, Ciudadanos, Esquerra Republicana, PDeCT, UPN, Bildu y Nueva Canarias. Sin embargo el Partido Popular, Foro Asturias y Coalición Canaria se posicionaron en contra y PNV optó por abstenerse.