Si bien los científicos coinciden en afirmar que el aumento del nivel del mar a consecuencia de los deshielos afectará haciendo inhabitables a miles de pequeñas islas y atolones del Pacífico y el Índico en las próximas décadas, un grupo de investigadores de EE UU, Países Bajos e India publicó un estudio en Science Advances, donde afirman que antes de que el agua del mar las borre del mapa, la mayoría de estas islas ya no albergarán vida, al menos la humana, ya que se quedarán sin agua potable.
Para llegar a esta conclusión, estos investigadores modelaron la respuesta a la incursión del agua salada de la ola de 2014 en el acuífero de Roi-Namur, una de las 1.100 islas repartidas por 29 atolones que tiene el estado de islas Marshall. Esta incursión de agua salada en el subsuelo de la isla, que contaminó el acuífero de agua dulce. En condiciones normales, las lluvias posteriores se infiltran en el terreno y, en unos meses, acaban expulsando el agua salada por la diferencia de densidad.
Pero con la reducción del régimen de lluvias que predicen todos los modelos climáticos y el mayor impacto de las olas, el escenario cambia y las precipitaciones no servirán para expulsar el agua salada. Los autores del estudio creen que muchas otras islas compartirán el destino de Roi-Namur tarde o temprano como los atolones, islas e islotes de las Carolinas, las Islas Cook, Maldivas, Seychelles e incluso algunas del archipiélago de Hawái, al norte.