Según un estudio del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), que comparó datos obtenidos por satélite entre 1982 y 2017, la temperatura del agua ha ascendido 1,1 grados en los últimos 35 años y amenaza con afectar con gravedad a las lluvias torrenciales en la cuenca mediterránea española. Por lo cual, ésta es una herramienta clave para comprender cómo está afectando el cambio climático a la cuenca mediterránea.
Además, algunos de los patrones observados pueden ayudar a «predecir con mayor precisión» la aparición de lluvias torrenciales y su intensidad esperada, afirmó Francisco Pastor, investigador del CEAM y coautor, junto a José Antonio Valiente y José Luis Palau, de este trabajo de investigación que actualiza los datos sobre el calentamiento del agua en el Mediterráneo en las últimas décadas.