Ecologistas de la organización Greenpeace se han encadenado a un buque vinculado a la exploración de petróleo en el puerto de Taranaki, la isla del norte de Nueva Zelanda, con el objetivo de defender el medioambiente y la vida marina.
El navío Mermaid Searcher se encuentra en dicho puerto recolectando provisiones para el Amazon Warrior, un gigantesco buque de 125 metros de eslora que trabaja realizando exploraciones en las profundidades marinas para varias empresas petroleras.
La ONG acusa al Amazon Warrior de producir ondas sísmicas a través de detonaciones diarias en el lecho marino desde hace dos meses. La comunicación y alimentación de ballenas azules, entre otros seres marinos, se ven afectadas por esta búsqueda de petróleo y gas, recursos vinculados a las emisiones de los gases de efecto invernadero causante del cambio climático.
Según el portal de noticias Stuff, la Policía detuvo a cuatro activistas, aunque uno de ellos sigue encadenado en la parte más alta del barco. “Al detener al barco de apoyo vamos a impactar en la búsqueda de petróleo y gas del Amazon Warrior en el océano impoluto de Nueva Zelanda”, indicó la responsable neozelandesa de la campaña cliática de la organización ecologista, Amanda Larsson.