Muchos de los residuos inorgánicos que se generan en el mundo podrían evitarse cambiando la manera en la que se miran los productos que se adquieren en el supermercado. Así lo indica Silvana Huicochea, dueña de Botánica Granel, un supermercado de la Ciudad de México en el que los consumidores llevan su propio recipiente y se sirven la cantidad que desean de los productos. Esta es, sin duda, una de las alternativas para generar menos residuos.
En este establecimiento, los alimentos como lentejas, cereales, aceite o harinas, se encuentran en unos recipientes de vidrio con un surtidor que permite servir la cantidad que uno desea. “El cliente llega con su envase, lo pesa y se llena del contenido que quiera, si no traen envases hay bolsitas de papel estraza y algunos contenedores a la venta que se pueden reutilizar”, explica Huicochea. Una iniciativa con el fin de no generar basura cada vez que se compra algo ya que los envases de vidrio se reutilizan y las bolsas de papel de estraza desaparecen en dos meses.
Los datos del último Diagnóstico Nacional de Residuos de México en 2012 indicaron que en las metrópolis más pobladas cada individuo produce 1,5 kilogramos de residuos al día, unos 547 kilogramos al año. Según la exsubsecretaria de Formento y Normatividad ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Sandra Herrera, estas cifras no han cambiado mucho en los últimos años y que hay que modificar el estilo de vida yendo a los supermercados con frascos y bolsas.
Además de alimentos, en el supermercado abundan productos de limpieza y aseo personal que no provocan daño al medio ambiente y son 100% biodegradables. Lo que intenta Huicochea es que la sociedad sea consciente y se deshaga del envase de plástico y cartón. Asimismo incide en que, para ella, las bolsas de plástico son el principal objeto que se debe dejar de usar si se quiere reducir el impacto nocivo al medio ambiente.