El proyecto alemán Green Belt recibió el Premio Alemán del Medio Ambiente por convertir el Telón de Acero en una zona de conservación de especies. Dicho proyecto, iniciado en 2002, logró promover la implantación y protección de vegetales y animales a lo largo del terreno que marcaba la frontera entre Alemania oriental y occidental siendo ahora “un símbolo para superar la Guerra Fría”.
Inge Sielman, Kai Frobel y Hubert Weiger fueron los activistas e investigadores que dieron forma a los 1.400 kilómetros del Telón de Acero, convirtiendo así una “franja terrorífica” en un espacio lleno de vida. Con el paso de los años el espacio ha ido extendiéndose y en la actualidad abarca unos 12.500 kilómetros de territorio en toda Europa. “El Green Belt ahora alberga innumerables maravillas naturales”, explica el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.
Más de 1.200 especies en peligro de extinción pueden encontrarse en esta zona. “Descubrimos que más del 90% de las aves eran raras o estaban en peligro de extinción en Baviera, como la tarabilla norteña, el triguero y el chotacabras europeo, se podían encontrar en esa ubicación. «El Green Belt se convirtió en el refugio final para muchas especies”, aseguro Frobel.
El próximo objetivo de Green Belt será convertir la zona desmilitarizada entre Corea del Norte y Corea del Sur en una reserva natural similar.