Según el último estudio del Consejo General de Economistas titulado “La gestión de agua en las ciudades”, España es el segundo país de Europa, después de Italia, en el que sus ciudadanos pagan menos por el agua que consumen en los hogares (en comparación con su nivel de renta). Las familias españolas dedican al agua menos del 2% de su renta disponible, lo que significa un esfuerzo económico que está por debajo del 3% que recomienda la ONU.
Las cifras del informe señalan que el precio unitario de un metro cúbico de agua en España es un 35,3% más barato que la media europea. Pese a ser un país menos húmedo, en España el precio unitario del agua (tras aplicar los impuestos) sólo es más barato en Portugal, Hungría, Polonia, Rumanía, Bulgaria e Italia.
El informe indica que en España el recibo del agua puede incluir otros conceptos vinculados al ciclo del agua como, por ejemplo, cuotas de saneamiento y depuración. La comparación de los precios entre ciudades españolas muestra una diferencia de casi 1,5 euros por metro cúbico, teniendo esto que ver con la situación geográfica. Las zonas que más agua pagan suelen ser muy secas o estar en islas.