Agentes de 43 países, coordinados por Interpol, han asestado un golpe al tráfico ilegal de residuos. Fuentes de la Guardia Civil explicaron que en el transcurso de la ‘operación Tyson’ fueron descubiertas 1,5 millones de toneladas de desechos, en su mayoría muy contaminantes. Las investigaciones permitieron también averiguar las nuevas rutas del tráfico ilegal de estos residuos a nivel internacional, la localización de vertederos clandestinos y las irregularidades que se cometen en las labores de reciclaje.
Por parte española, la operación fue realizada por los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), apoyados por distintas unidades del instituto armado que presentaron 1.477 denuncias, esclarecieron cinco delitos, mientras que otros doce aún están en vías de investigación. Para ello, los agentes del instituto armado efectuaron 4.020 inspecciones, visitaron 526 centros de tratamiento y 318 puntos de producción de residuos, así como 473 vertederos.
Destaca el elevado volumen de residuos que entran en España de forma ilegal desde localizaciones muy pequeñas como Malta y Gibraltar, que por su tamaño es prácticamente imposible que produzcan tantos. A esos territorios llegan residuos procedentes de otros países y desde allí son “importados” a España, que no solo recibe, sino que también exporta. Italia, Grecia, Portugal, Andorra, Israel, Emiratos Árabes, Omán Argentina, Uruguay, Colombia u Honduras son otros países que exportan sus residuos a España de forma ilícita.
Las fuentes del Seprona destacan el crecimiento que está experimentando el delito medioambiental, sobre todo el tráfico de especies y de residuos. Tanto es así, que la Unión Europea ya los ha situado al mismo nivel que el narcotráfico o el terrorismo y se ha puesto como prioridad combatirlos.