El Ayuntamiento de Madrid prevé gastar 543,9 millones de euros para reducir los niveles de polución en la ciudad. El grueso de estos fondos se dirigirá a actuaciones en el parque móvil, la «ordenación de sectores clave con impacto en la calidad del aire» y reformas de la red viaria y espacios públicos. El Plan A de Calidad del Aire impulsado por Ahora Madrid incluye la construcción de 12 aparcamientos disuasorios (9.570 plazas), reducir el tráfico en 22 grandes ejes, bajar la velocidad a 70 kilómetros en la M-30 y potenciar el uso del transporte público y la bicicleta. El Consistorio prevé acabarlo en tres años.
El equipo de Manuela Carmena quiere avanzar hacia un «modelo de ciudad de bajas emisiones» y para lograrlo está dispuesto a poner sobre la mesa 543,9 millones de euros. Estos fondos, todos públicos, se destinarán para ejecutar las 30 medidas previstas por el Plan A de Calidad de Aire. El 60% del desembolso, es decir, 330 millones, se dirigirá a «actuaciones sobre el parque móvil y la ordenación de sectores clave con alto impacto en los patrones de movilidad en la calidad del aire», tal y como refleja el documento oficial del Consistorio.
Otros 154 millones servirán para reformar la red viaria, con el fin de reducir la intensidad del tráfico privado y promover «modos activos de movilidad». Se trata, por ejemplo, de la remodelación de 22 grandes vías de Madrid en las que Carmena pretende reducir de aquí a 2020 el espacio para el coche privado, creando carriles para autobuses y vías ciclistas y quitando aparcamientos.
En un primer momento, las vías que se modificarán serán el eje Alcalá-Gran Vía, el paseo de la Castellana, la avenida de la Ciudad de Barcelona hasta Vallecas, Conde Casal (conexión A-2 a través de la avenida de la Albufera), Bravo Murillo, Santa Engracia —las obras ya han empezado—, los bulevares y Arturo Soria, tal y como adelantó EL PAÍS. El objetivo municipal es redirigir el tráfico que se concentra en estas calles en favor del transporte público y ciclista.
El presupuesto incluido en el informe del Plan A de Calidad del Aire también contabiliza el gasto para renovar la flota de autobuses municipales, la creación de puntos de cargas para vehículos eléctricos y la construcción de aparcamientos disuasorios cerca de la M-40.
El Consistorio quiere construir doce nuevos aparcamientos intermodales con 9.570 plazas, que se sumarían a las 4.767 existentes. Los proyectos de estas obras empezarán a redactarse y se ejecutarán entre 2018 y 2019, después de que el municipio haya aplicado las primeras medidas concretas, que son crear una gran área de prioridad residencial en todo el centro y limitar la velocidad a 70 kilómetros por hora en la circunvalación de la M-30 y accesos desde la M-40 todo el año.
Otros 46 millones se gastarán en actuaciones vinculadas a la llamada «gestión urbana baja en emisiones y eficiencia energética», que incluye la rehabilitación de barrios, el fomento de sistemas de climatización eficiente de bajas emisiones, la promoción del uso de energías renovables y la reducción de emisiones en la gestión de residuos. El plan de rehabilitación de edificios implicará un desembolso de 3,2, y otros 7 millones se irán a «estrategias» contra el cambio climático. Las campañas de sensibilización y educación ambiental costarán 3 millones.
El equipo de Ahora Madrid espera atraer financiación pública y privada. Estos son los fondos para medidas medioambientales contemplados tanto en Europa como a nivel estatal y autonómico.
Con vistas a 2030
El enfoque tiene que ser flexible, recuerda el Consistorio, y «combinar» varias estrategias, corresponsabilizando a todas las áreas principales de gobierno local: desde Medio Ambiente y Urbanismo hasta Participación Ciudadana. La alcaldesa señaló durante la presentación de este plan la importancia de adoptar un enfoque «ambicioso». Dirigió en este sentido la mirada a 2030 y recordó la necesidad del diálogo con otras instituciones.
Por su parte, el PP y Ciudadanos calificaron el plan del Ayuntamiento de «chascazo» y de instrumento para «complicar» la vida a los madrileños. Los socialistas, en cambio, consideraron el proyecto «interesante». Aunque señalaron que en la fase de alegación, que se abrirá tras la aprobación del documento en la junta de gobierno, aportarán «ideas nuevas», según dijo el concejal del PSOE José Manuel Dávila.
Fuente y fotografía: El País