A través del análisis de imágenes de satélite y de fotografía aérea, WWF ha descubierto más de 1.700 balsas para el regadío en el entorno de Doñana que acaparan el agua que debería llegar a la marisma, mientras en los documentos oficiales sólo se admite la existencia de «más de 200», explica la organización en una nota.
Las balsas ocupan una superficie de 235 hectáreas y, según la estimación de WWF, al menos el 80% son ilegales, al haberse construido sin autorización o en lugares protegidos (como montes públicos o zonas de dominio público hidráulico de arroyos), «sin que las administraciones actuaran para que se cumpliera la ley, pese a las denuncias en muchos casos por parte de la guardería fluvial», subraya la organización.
Según WWF, el volumen de agua que se acapara en las balsas equivaldría casi al de 2.800 piscinas olímpicas «que deberían estar en los acuíferos y arroyos que ahora llegan casi secos a las marismas de Doñana».
WWF enviará la cartografía con todas las balsas al Consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. También remitirá la información a los Ayuntamientos de la zona, a la Fiscalía de Medio Ambiente, a la UNESCO y a la Comisión Europea.
«Un pozo en medio de un pinar es difícil de detectar, pero es imposible no ver una balsa ilegal del tamaño de un campo de fútbol», ha manifestado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo.
Fuente y fotografía: ABC