La Gran Barrera de Coral australiana -el mayor conjunto de arrecifes coralinos del mundo- registró a finales del año pasado y principios de este año el episodio de blanqueamiento y muerte de corales más grave de su historia reciente.
El 80% de los arrecifes analizados en la costa noroeste de Australia mostraban síntomas importantes de este fenómeno de pérdida de color por efecto de situaciones estrés como el aumento de la temperatura del agua. En las zona central y sur de la Gran Barrera, la situación era menos grave pero también se detectaba blanqueamiento en el 10% y el 35% de los corales.
Seis meses después de la última gran observación aérea de la zona noroeste, científicos del centro especializado en corales de la Agencia de Investigación Científica de Australia (ARC) y de la Universidad James Cook han vuelto a sobrevolar 83 de los arrecifes estudiados en el tercio norte de la Gran Barrera de Coral y los datos que se presentan este miércoles 26 de octubre no indican nada bueno.
“Millones de corales en el norte de la Gran Barrera de Coral murieron rápidamente de estrés por calor en marzo y desde entonces, muchos más han muerto más lentamente”, ha indicado el profesor Greg Torda, líder del equipo que acaba de regresar de los estudios topográficos en el arrecife de la isla Lizard.
Los científicos han difundido una colección de fotografías y vídeos (disponibles parcialmente en un mapa publicado por la ARC) en las que se puede observar la gravedad de la pérdida de color de los corales; que en muchos casos supone la muerte de estos organismos.
El blanqueamiento del coral se produce cuando, por factores ambiental como el aumento de la temperatura del agua, el coral se ve sometido a una situación de estrés que provoca la pérdida de color, expulsión o muerte de su protozoo simbionte, denominado zooxanthellae. Los episodios de blanqueo más importantes registrados hasta ahora en Australia se produjeron los años 1998 y 2002.
La principal causa directa que puede haber provocando el blanqueo actual es el aumento de la temperatura del agua del mar debido al fenómeno El Niño, un proceso cíclico natural que se suma a los efectos del cambio climático.
”Seis meses después de la fase más grave del blanqueamiento, algunos corales han podido recuperar sus algas simbiontes y sobrevive, pero muchos otros han muerto lentamente por la ausencia de las algas que les proporcionan alimentos”, ha indicado el profesor Torda.
”En los arrecifes estudiados cerca de la isla de Lizard, la cantidad de coral vivo que cubre el arrecife ha caído desde alrededor del 40% en marzo, por debajo del 5% en la actualidad”, ha detallado este experto de la ARC.
”En marzo vimos muchos corales ramificados que estaban afectados por el blanqueamiento pero que todavía estaban vivos, ahora hemos visto muy pocos corales vivos en esta zona de Lizard, ha detallado el investigador Andrew Hoey.
”Además, los caracoles que se alimentan de corales se están congregando en las pocas zonas en las todavía hay corales vivos. Por otra parte, los corales debilitados por el blanqueamiento son más propensos a diversas enfermedades. Por suerte, los corales situados en la zona sur de la Gran Barrera presentan un mejor estado de conservación”, ha indicado Andrew Baird, uno de los responsables de los estudios.
El balance final sobre los daños causados por el episodio de blanqueamiento podrían darse a conocer a mediados de noviembre -según han avanzado los responsables de este estudio- pero no hay duda de que se trata de un sucesos mucho más grave que los registrados en 2002 y 1998.
Fuente y fotografía: La Vanguardia