El riego es una de las tareas más costosas que hay que realizar para que una reforestación tenga éxito y por ello La ONG Reforesta ha puesto en marcha la campaña «Este verano, riega un árbol», con el fin de fomentar la supervivencia de los 9.000 árboles que ha plantado esta asociación en los últimos cinco años.
Con el apoyo de los 500 voluntarios que han pasado desde 2010 por el programa ya se ha cubierto unárea de 300.000 metros cuadrados de plantaciones, un trabajo al que se suma el de los operarios de la asociación, que realizan varios turnos de riego a lo largo del verano.
Reforesta recuerda en un comunicado que la reforestación es importante para frenar la desertificación, evitar la degradación de la tierra y conservar las masas forestales, y por ello realiza un mínimo de seis riegos en todas sus plantaciones para disminuir la mortalidad de los árboles más jóvenes.
Primeros años, los más críticos
Las cortas raíces de los árboles recién plantados no alcanzan las zonas del subsuelo donde se conserva la humedad en la estación estival, y por ello en los primeros años, que son los más críticos, el riego es imprescindible.
Transcurrido un año desde la plantación es habitual sustituir los árboles que se han secado por otros, una tarea que se conoce como “reponer marras” y que la asociación trata de evitar mediante el riego para que “no se pierdan los esfuerzos y recursos empleados en reforestar”, ha explicado el presidente de Reforesta, Miguel Ángel Ortega.
Fuente y fotografía: EFE Verde