A principios de este mes, y coincidiendo con el inicio de la campaña de verano, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) difundía un decálogo de recomendaciones básicas para evitar los incendios forestales, poniendo de relieve el comportamiento que debe adoptar la población ante diferentes situaciones tales como excursiones y acampadas, casas de campo y urbanizaciones, y actividades agrarias.
El objetivo de estos consejos no es otro que concienciar a los ciudadanos en torno a las precauciones que deben tener respecto a aquellas prácticas que pudieran provocar el inicio de un incendio.
SITUACIONES QUE REQUIEREN ESPECIAL ATENCIÓN
Siguiendo la máxima de que la mejor estrategia para luchar contra los incendios forestales es evitar que éstos se produzcan, el Ministerio alude a las siguientes circunstancias: En excursiones y acampadas, resulta necesario no tirar colillas encendidas al suelo ni arrojar o dejar residuos fuera de las papeleras, toda vez que determinados componentes presentes en los mismos pueden desencadenar el inicio de un incendio.
Se incide también en que las hogueras sólo pueden prenderse en zonas y épocas autorizadas, evitando dejar lámparas encendidas al ausentarse del campamento. En caso de que el excursionista vea un incendio, debe avisar y pedir ayuda al número de teléfono 112. Si se encuentra amenazado por el fuego, se aconseja que intente bordearlo y huya de inmediato, procurando no subir por la montaña, ya que el fuego avanza más rápidamente que las personas. En este sentido, lo conveniente es no cargar con más cosas de las necesarias. La prudencia debe extrapolarse igualmente a los viajes en vehículo.
De ahí que se prohíba tirar colillas por la ventanilla, así como cualquier otro objeto que puedan servir de combustible. En el caso de casas de campo y urbanizaciones, se apela a la necesidad de mantener limpios los caminos y las carreteras, siendo conveniente instalar dentro de las viviendas matachispas en las chimeneas y evitar la excesiva frondosidad y vegetación seca en los jardines. Asimismo, se incide en la importancia de mantener siempre limpios los tejados y las chimeneas, precisando igualmente que, en las proximidades de zonas forestales y en épocas de riesgo, no se deben emplear motosieerras, desbrozadoras, soldadores, sierras radiales o herramientas que puedan provocar chispas.
Atendiendo a las actividades agrarias, se debe tramitar la solicitud de autorización para la quema de rastrojos, debiendo evitarla en días de viento fuerte o de sequía. De realizar esta actividad, resulta obvio que debe vigilarse la quema y no abandonarla hasta no estar seguro de que esté totalmente apagada.
Mismo operandi debe seguirse en las quemas para la limpieza de montes, debiendo éstas circunscribirse a los períodos autorizados y nunca en días de viento o sequía. En este contexto, el MAGRAMA recuerda que el 95% de los incendios forestales se deben a la acción humana como consecuencia de descuidos o despistes, imprudencia, falta de atención, irresponsabilidad o su provocación de forma intencionada. Si un ciudadano participa en las labores de extinción, el Ministerio recomienda que no trabaje nunca aislado y que siempre se ponga a las órdenes de la autoridad competente.
Fuente y fotografía: Ecoticias