El sol y el buen clima son factores decisivos para el turismo y otras actividades. Mientras tanto, otro sector de la población prefiere las nubes y las lluvias por una sencilla razón: sobrevivir. Los agricultores cada año están más afectados por la sequía, consecuencia del cambio climático y por un factor “misterioso”, las avionetas que controlan la lluvia.
Como si se tratara de una teoría de la conspiración, un día nublado cualquiera, en las que las nubes negras indican que está a punto de llover, se escucha el motor de una avioneta. Minutos después, las nubes se vuelven blancas y desaparecen.
Esta práctica se conoce como siembra de nubes y fue descubierta por Benard Vonnegut al comprobar que el yoduro de plata podía romper los equilibrios internos de las nubes y modificar las precipitaciones. Por ahora, esta técnica sólo se ha demostrado eficaz para incrementar o detener la lluvia, provocar nevadas y minimizar los daños del granizo.
Forma de actuación y cómo distinguirlas. El modo de actuación es sencillo: la avioneta rompenubes sobrevuela por las nubes medias o altas, formadas por cristales de hielo que se encuentran a unos 2.000 o 3.000 metros y cuya temperatura es más baja de 0 º, y lanza yoduro de plata.
Como consecuencia, se incrementa el número de estos cristales de hielo que posteriormente, por choques o coalescencia, se convierten en gotas de lluvia. La función de la avioneta es que llueva en una zona determinada, evitando así que precipite en otro lugar.
Lógicamente, el yoduro de plata, cae junto a las gotas de agua. Por ser una sustancia química, todavia no se sabe si represnta algún peligro para el ser humano.
Estas avionetas se pueden distinguir fácilmente gracias a la estela que dejan a su paso, llamadas por algunos chemtrails. Según esta teoría, la estela de un avión comercial permanece menos de un minuto en el cielo, mientras que las de estas aeronaves son mucho más persistentes en el tiempo llegando incluso a ser visibles durante varias horas.
Asimismo, la estela de un avión comercial es regular y no se cruzan entre sí, en oposición a las avionetas antilluvia que se caracterizan por su estela irregular y por hacer maniobras que dejan un rastro circular, en forma de un panel cuadricular, etc.
¿Ficción o realidad?
Las avionetas antilluvia ya son utilizadas por cerca de 40 países, aunque oficialmente solamente se han realizado experimentos en Australia, Israel, Rusia y China.
La función de la avioneta es que llueva en una zona determinada, evitando así que precipite en otro lugar.
¿Quiénes son los responsables?
Los rumores culpan a las compañías aseguradoras para ahorrarse indemnizaciones por tormentas dañinas, gobiernos que quieren controlar a su población, parques solares que no quieren que nada se interponga entre ellos y el Sol e incluso al sector turístico. Claramente, muchas pueden ser las “manos negras” pero, por ahora, no hay pruebas de quien estaría detrás de estas acciones.
Fuente y fotografía: Diario ecología