La contaminación de las aguas por nitratos afectó en 2015 a 27 localidades aragonesas. A lo largo del año pasado once localidades de la provincia de Zaragoza, seis de Huesca y diez de Teruel tuvieron que declarar en algún momento su agua como «no apta para el consumo humano» debido a la elevada presencia de estos compuestos químicos.

Los análisis periódicos realizados tanto por los propios ayuntamientos como por los técnicos de la Dirección General de Salud Pública arrojaron niveles de nitratos superiores al límite permitido (50mg/l) en aguas destinadas al consumo humano en estas 27 localidades, una cifra similar a la del 2014 aunque con diferencias: algunos núcleos de población solucionaron sus problemas con nuevas captaciones de agua y otros se han sumado por primera vez a la lista negra de los nitratos.

De dónde proceden
Los nitratos son compuestos químicos inorgánicos que en principio se encuentran de manera natural y en pequeñas concentraciones en suelos, alimentos y aguas. Las filtraciones en el subsuelo procedentes del uso de abonos nitrogenados o de la práctica de la ganadería intensiva pueden causar un incremento de nitratos lo suficientemente grande como para llegar a convertir el agua en no potable.

Los niveles de nitratos por encima de los 50 miligramos por litro representan un riesgo para la salud. Además de ser cancerígenos, pueden provocar problemas para transportar el oxígeno en la sangre.

En la comarca del Jiloca el último análisis del agua de la localidad de Bello, realizado el 14 de diciembre, arrojó unas concentraciones de nitratos de 111 mg/L, más del doble de lo permitido. En Chimillas, en la Hoya de Huesca, el último análisis detectó 64 mg/L.

Soluciones a medias
En Bello los problemas con los nitratos son constantes y los vecinos llevan «toda la vida», según recuerda su alcalde Jaime Barrado, bebiendo agua mineral o agua contaminada. Al menos en 2015 consiguieron financiación para la instalación de una desnitrificadora en un punto del pueblo y ahora los vecinos pueden ir allí a llenar las garrafas con las que abastecerse de agua potable.

Localidades, como La Portellada, inauguraron a finales de 2015 una nueva red de abastecimiento que se nutre de otro punto de captación tras más de cuatro años con un único punto de agua potable en el pueblo. Otros municipios han optado por instalar filtros más potentes mientras que algunos no cuentan ni siquiera con una desnitrificadora porque registran problemas puntales de nitratos en vez de constantes.

Las localidades afectadas en algún momento del año 2015 por altas concentraciones de nitratos se concentran sobre todo en la Comunidad de Calatayud (5), Campo de Daroca (4), Cinco Villas (2), Hoya de Huesca (6), Matarraña (3), Comarca del Jiloca (2) y otras cinco localidades ubicadas en cinco comarcas turolenses.