Los cielos nublados intensifican el deshielo en la capa helada de Groenlandia. En comparación con los cielos claros, las nubes aumentan la escorrentía de agua de deshielo en un tercio cada año, según las conclusiones de un estudio internacional. El trabajo, publicado en «Nature Communications», revela que las nubes juegan un papel más importante en el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia de lo que se suponía anteriormente.
Esta capa helada es la segunda masa de hielo más grande en el mundo, tras la de la Antártida, y está perdiendo masa a gran velocidad. El derretimiento de Groenlandia es un factor dominante en la reciente subida del nivel del mar, y está determinado en parte por la cubierta nubosa, que afecta a la cantidad de radiación entrante y saliente. Sin embargo, los diferentes tipos de nubes -solo de cristales de hielo o portadoras de agua- pueden tener efectos opuestos sobre la fusión que se genera. La falta de mediciones directas y las diferencias entre los modelos han limitado hasta ahora la comprensión de la contribución precisa de diferentes tipos de nubes a la fusión.
Los investigadores, adscritos al departamento de Ciencias de la Tierra y Ambientales en KU Leuven, en Lobaina (Bélgica), muestran que tanto las nubes de cristales de hielo como las portadoras de agua calientan la superficie de la capa de hielo de Groenlandia, al limitar la cantidad de radiación saliente, pero señalan que la respuesta de la superficie no fue la esperada. En lugar de aumentar el deshielo de la superficie por el calentamiento durante el día, los investigadores vieron que el efecto de calentamiento de las nubes es más fuerte en la noche, cuando su presencia actúa para limitar la congelación del agua en la superficie de la capa de hielo, aumentando la escorrentía anual en más de un 30%.
«En toda la capa de hielo de Groenlandia, las nubes elevan la temperatura, lo que provoca una escorrentía de agua de deshielo adicional: 56.000 millones de toneladas por año, un tercio más que con cielos claros. Contrariamente a lo que cabría esperar, este efecto no es tan visible durante el proceso de fusión durante el día, sino más bien durante la noche siguiente», explica Kristof Van Tricht, autor principal del estudio.
Por la noche actúan como una manta
«Las nubes siempre tienen varios efectos. Por un lado, ayudan a añadir masa a la capa de hielo cuando nieva. Por otro, tienen un efecto indirecto sobre la capa de hielo. Al tener un impacto en la temperatura, la nieve y el hielo reaccionan a estos cambios fusionándose y volviéndose a congelar. Esto funciona en ambos sentidos. Las nubes bloquean la luz del sol, lo que disminuye la temperatura. Al mismo tiempo, forman una manta que mantiene cálida la superficie, especialmente por la noche», añade el investigador.
Los investigadores usaron observaciones satelitales específicas para detectar las nubes sobre la capa de hielo de Groenlandia entre 2007 y 2010 y compararon los resultados con observaciones terrestres. Los científicos combinaron estas observaciones con simulaciones de los modelos de nieve y los datos de modelos climáticos para calcular el efecto neto de las nubes. Para Van Tricht, es importante «entender estos procesos para hacer proyecciones más fiables para el futuro. Las nubes son más importantes en el aumento del nivel del mar de lo que solíamos pensar».
Fuene y fotografía: ABC