Los embalses de la provincia dependientes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir han perdido poco más de un cuarto del volumen de agua embalsada desde el pasado mes de julio de 2014. En año y medio, Granada se ha ‘bebido’ un total de 214,1 hectómetros cúbicos, la diferencia entre los 767,9 que tenían el 1 de julio de 2014 a los 553,8 del balance de los últimos días de diciembre. El consumo de agua, unido a la escasez de lluvias del pasado otoño, ha dejado a algunos embalses de la provincia con un porcentaje de agua embalsada muy inferior al que lucían por estas fechas en años anteriores. Así, el embalse de Canales está al 37,5% de su capacidad con 26,3 hectómetros cúbicos embalsados. En julio de 2014, éste almacenaba 65,9 hectómetros cúbicos. El embalse de Canales es el que emplea la empresa Emasagra para el abastecimiento de la capital y parte de los municipios del Área Metropolitana.

Los embalses de la Confederación en la provincia -todos menos Béznar y Rules- se mantienen, de media, en el 54,24% de su capacidad. Se trata, efectivamente, de un promedio entre todas las infraestructuras, y al dato de Canales se contrapone la situación en Cubillas, que está al 87,12% de su capacidad.

No llueve y, lógicamente, las aportaciones a los embalses son mínimas. A esto se suma que estas infraestructuras deben mantener un caudal ecológico -desembalsan para mantener ‘vivos’ los cauces de los ríos – y, evidentemente, desembalsan para el consumo humano y agrícola.

El último Informe de Sequía redactado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir señala que la situación es similar en toda la cuenca. Además evalúa los datos de las infraestructuras para determinar en qué situación se encuentran. Pese a que la mayoría de los embalses lucen la etiqueta de normalidad, en Quéntar-Canales se está en prealerta, al igual que en la Hoya de Guadix y San Clemente- Esa situación de prealerta supone que el agua embalsada es suficiente para mantener la demanda de al menos tres años de consumo humano, mientras que para riego la capacidad de cubrir las necesidades del campo sería del 100% el primer año y del 80% el segundo y tercero. La escala establecida por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir marca otros dos niveles por encima de la prealerta, que son la alerta y la emergencia, según el Plan Especial de Sequía. En el peor de los casos, los embalses tendrían agua para cubrir al 100% un año de demanda urbana y el 60% del agua que necesita el campo.

Mientras la lluvia se hace de rogar, merman las reservas. Según los datos de la Confederación, en lo que va de año hidrológico -que comenzó el 1 de octubre- el volumen de agua embalsada en los pantanos de la cuenca sigue por encima de la media de la última década, pero la curva está notablemente distante de los datos de los dos últimos ejercicios (20113/14 y 2014/15 y de la media del último lustro, que se ha caracterizado, precisamente, por la bondad e intensidad de las precipitaciones. En toda la cuenca -que atraviesa en Andalucía las provincias de Jaén, Córdoba, Granada, Sevilla y Huelva- el volumen de agua embalsada no alcanza los 4.925 hectómetros cúbicos, mientras que en los dos últimos años hidrológicos se cerró el mes de diciembre por encima de los 6.207.

En cuanto a los datos de pluviometría, a lo largo del mes de diciembre las lluvias han sido nulas, según la red de recogida de datos en la provincia de la Confederación, lo que hace que el total del año hidrológico se resiente. Así, desde octubre, en Baza apenas han caído 40 litros por metro cuadrado; en Guadix, 39,60; o en el túnel de desvío del Cubillas 69 litros por metro cuadrado.
Las previsiones indican que la situación no variará sustancialmente en los últimos días de 2015, ya que no se esperan precipitaciones, según la predicción de la Agencia Estatal de Meteorología, que prevé para estas jornadas pocas nubes en la provincia. Las temperaturas seguirán por encima de lo habitual para esta época del año.

Fuente y fotografía: Granada Hoy