El calentamiento global del planeta ha contribuido a la propagación y la intensificación de algas tóxicas en los océanos, que es uno de los efectos del cambio climático en los mares del planeta, junto con la acidificación y la pérdida de oxígeno, tal y como informa ABC.
Un equipo de científicos dirigido por Christopher Glober, profesor en la Facultad de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Stony Brook (Estados Unidos), ha llegado a esta conclusión al combinar datos de temperaturas oceánicas y la respuesta del crecimiento de dos de las algas más tóxicas del Atlántico Norte y del Pacífico Norte, llamadas ‘Alexandrium’ y ‘Dinophysis’.
El estudio, publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’, indica que amplias extensiones de estas cuencas oceánicas se han calentado desde 1982 y se han vuelto significativamente más hospitalarias para estas algas, y que las nuevas floraciones se han vuelto comunes en esas regiones.
‘Alexandrium’ y ‘Dinophysis’ suponen una preocupación sanitaria seria porque fabrican neurotoxinas y toxinas gastroinstestinales que pueden causar parálisis o intoxicación diarreica por consumo de marisco.
«Las floraciones de algas toxicas o dañinas no son un fenómeno nuevo, aunque muchas personas pueden conocerlas con otros nombres, como las mareas rojas», apunta Glober, quien añade: «Estos eventos pueden enfermar o matar personas que consumen mariscos contaminados con toxinas y pueden dañar los ecosistemas marinos al matar peces y otras formas de vida marina».
Glober apunta que «la distribución, la frecuencia y la intensidad de estos eventos han aumentado en todo el mundo, y este estudio vincula esa expansión al calentamiento de los océanos en algunas regiones del Atlántico Norte y del Pacífico Norte». «Una cuestión fundamental ha sido si podemos vincular directamente la expansión de las floraciones de algas dañinas a un océano que se calienta. Este estudio proporciona evidencia crítica y cuantitativa de esa tendencia, confirmando un vínculo directo esperado, pero difícil de probar, entre las floraciones tóxicas y el clima», explica Raphael Kudela, profesor de la Universidad de California en Santa Cruz (Estados Unidos).
Decisiones políticas
Las algas marinas son tan pequeñas (50 de ellas, una al lado de la otra, sólo cubren la anchura de un pelo) que pueden parecer inofensivas, pero cuando billones de células tóxicas se unen, pueden envenenar seres humanos, matar la vida marina y dañar económicamente las comunidades costeras.
Las pérdidas económicas atribuidas a este fenómeno en la última década se cifran en más de 1.000 millones de dólares (más de 910 millones de euros). Varios estudios han predicho que las floraciones de algas tóxicas pueden llegar a ser más comunes en el futuro, pero la nueva investigación es una de las primeras en vincular la intensificación creciente de las mareas rojas con el calentamiento del océano.
«El modelo predice que el aumento de las temperaturas causará un incremento en el crecimiento y la duración de la floración de ‘Alexandrium’ en las costas sureste y sur-central de Alaska», apunta Wayne Litaker, científico de la NOAA y coautor del estudio.
Los investigadores hicieron observaciones similares en el norte de Europa y la costa este de América del Norte, desde Canará hasta el noreste de Estados Unidos. «Este estudio demuestra que el calentamiento global que ya ha ocurrido está afectando la salud humana y nuestros océanos. Una implicación importante es que las decisiones políticas relacionadas con el cambio climático y las emisiones de carbono tomadas hoy probablemente tendrán consecuencias importantes para el destino de nuestros futuros océanos, incluyendo la propagación y la intensificación de las floraciones de algas tóxicas», concluye Glober.