“La gran marisma de Doñana está prácticamente seca, cada año más. He estado una docena de veces, desde comienzos de los años 90 y nunca la he visto tan seca como ahora”, explica Andoni Canela, fotógrafo de naturaleza y conocedor sobre el terreno de la difícil situación en la que se encuentra uno de los espacios naturales más importantes de Europa. Doñana se enfrenta a una larga lista de amenazas pero la rápida disminución de los recursos hídricos ponen en peligro su condición natural de zona húmeda, y la falta de lluvias no es la única causa de esta situación.
En un nuevo informe difundido por WWF esta semana se recuerdan las causas de la degradación del Parque Nacional y sus zonas colindantes. (Descargar el informe El Estado del Agua en Doñana, versión .pdf).
”La salud de Doñana depende por completo del agua y el acuífero que le da vida lleva años secándose a un ritmo imparable, arrastrando en su declive a ríos, marismas, a las lagunas y a la flora y la fauna que hacen de Doñana un espacio natural único en Europa”. Esta es la principal conclusión del informe presentado por WWF el 15 de noviembre.
Uno de los datos más destacados de este estudio es que, incluso en el caso de que se tomaran medidas para solución la situación actual, “el acuífero de Doñana tardará entre 30 y 60 años en recuperarse por completo de la sobreexplotación actual”.
El pasado 3 de noviembre, WWF presentó un vídeo en el que se mostraban imágenes aéreas de algunas de las muchas balsas de riego que han sido construidas en la zona de Doñana, muchas de las cuales no disponen de ningún tipo de autorización y afectan directamente a los recursos hídricos disponibles en el Parque Nacional, según ha denunciado esta organización conservacionista.
El análisis presentado por WWF, que según esta organización se basa en datos oficiales del Gobierno, el gran acuífero que alimenta el humedal de Doñana ha sufrido un declive dramático desde los años 1970. “Ahora mismo, el control en el uso del agua en Doñana es tan débil que ni siquiera se conoce la cantidad total que se extrae cada año del acuífero”, destaca el informe.
Un declive dramático desde los años 1970
“Este informe demuestra claramente que desde WWF no exageramos cuando decimos que la situación de Doñana es crítica”, ha asegurado el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo. “O Mariano Rajoy y Susana Díaz actúan con urgencia y contundencia frente al robo del agua, o el humedal más importante de Europa acabará convertido en un desierto”.
WWF tiene en marcha una campaña internacional para exigir que se detengan las amenazas a Doñana y se cierren los pozos ilegales y las más de 3.000 hectáreas de cultivos de regadíos ilegales alrededor del humedal.
El informe está acompañado de las conclusiones de un taller de expertos de universidades y centros de investigación convocado por WWF, que realizó una serie de recomendaciones urgentes: cerrar los pozos ilegales y controlar las extracciones de aguas subterráneas, mejorar las prácticas de riego en el entorno de Doñana, reubicar los sondeos de la urbanización de Matalascañas, mejorar la depuración de las aguas que llegan a Doñana o mejorar la gobernanza del agua y conseguir la implicación de la población local, mostrando que el buen estado de las aguas de Doñana beneficia a los pueblos.
Respuesta tímida de la Junta de Andalucía
¿Qué responde a todo esto la Junta de Andalucía? Después de uno de los informes de WWF sobre el estado crítico en que se encuentra Doñana, el pasado 15 de septiembre, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, José Fiscal, destacó que según organismos internacionales, “satisfactorio”, y teniendo en cuenta que el parque siempre ha debido afrontar “amenazas”.
Sobre el problema concreto de la falta de agua, el consejero andaluz afirmó que, “es verdad que el agua es una preocupación, pero tomamos medidas para corregir esa posible afección a los acuíferos”, aunque “alcanzamos en estos momentos un periodo, que ojalá comience a corregirse, de escasez de lluvias” que ha propiciado que, por ejemplo, este año no se haya podido proceder al simbólico anillamiento de los flamencos de Fuente Piedra al estar la laguna seca.
Fuente y fotografía: La Vanguardia