En el mundo actual, lamentablemente la gente vive sumergida en una cultura del envase, utilizamos más y más plástico el cual muchas veces termina en los océanos y contamina la vida marina. Para tener una idea, se estima que para el año 2050 tendremos más plástico que peces en el mar.
Recientemente, les conté la historia de un grupo de pescadores que produce bancos con la basura que recogen en sus redes, y el pequeño film obtuvo incluso una mención en el Festival de Cannes.
Ahora, una empresa esta decidida a hacerlo a lo grande, la propuesta es retirar el plástico de los océanos y utilizarlo como materia prima para producir ladrillos resistentes para edificios más verdes. Esta técnica, hace posible reutilizar los residuos, reducir la muerte de animales marinos e incluso transformar los residuos en alternativa de vivienda barata para la gente.
El producto ya ha sido utilizado (con éxito!) Para construir barreras en las carreteras, pero la intención es ampliar su uso a otros tipos de edificios. El ladrillo tiene muchas ventajas, es liviano por lo que se ahorra en transporte, es modular lo que permite facilidad de uso y rapidez en la construcción y tiene excelentes coeficientes de aislación acústica y térmica.
La idea de negocio es de Peter Lewis, fundador y jefe de máquinas de Byfusion, que bautizó cómo REPLAST a este ladrillo. Si se logra popularizar, el sector de la construcción ralentizará un poco su huella en el planeta.
Fuente y fotografía: Ecocosas