Un árbol de más de 1400 años en China atrae todos los años a miles de personas a las montañas Zhongnan. Cada año durante el otoño en el hemisferio norte este milenario ginkgo biloba comienza a botar sus hojas, formando una alfombra amarilla en todo el patio del templo budista Gu Guanyin.
El árbol es considerado un verdadero fósil viviente. A pesar de todos los peligros del cambio climático, y la polución esta especie se mantiene intacta desde hace más 200 millones de años, lo que hace de estos árboles únicos en el mundo sin especies vegetales vivas emparentadas, de hecho la ciencia botánica los considera como fósiles vivos. Un árbol que existe en el mundo desde la época de los dinosaurios.
El Ginkgo biloba se utiliza en medicamentos que estimulan el cerebro y regula los mecanismos de circulación del cuerpo, facilitando el flujo de sangre arterial. Sus semillas se utilizan también en un plato vegetariano llamado las ‘Delicias de Buda’.
Fuente y fotografía: Ecocosas