La caza de animales exóticos en África es una de las actividades que más genera dinero en continente negro. De hecho, un cazador norteamericano puede llegar a pagar 50 mil dólares para matar, por ejemplo, un león o un trofeo del animal muerto, ya sea un cuerno, una cabeza, una garra o su piel.
Un caso emblemático fue la muerte de «Cecil», el león más querido de Zimbabwe y que fue encontrado sin su piel ni cabeza en las afueras del Parque Hwange. Tras conocerse esta terrible noticia, días después se identificó al cazador llamado Walter James Palmer, un dentista de Minnesota, que habría pagado más de 55.000 dólares por cazar a esteemblemático felino con arco y flecha.
Ante este hecho y otras situaciones que han afectado a la fauna del continente, se han hecho esfuerzos por detener esta práctica pero nunca se ha había recurrido al arte para denunciar y crear concienciasobre el impacto de la caza en África.
Es así como el artista, fotógrafo y cineasta sudafricano Ralph Ziman, armó la colección «Bones», una exhibición que se presentará en Venice, California y que tendrá como protagonistas esqueletos de animales que representan a aquellos que han sido abatidos por esta práctica.
El artista, que viaja constantemente a Estados Unidos a presentar su arte, se ha dado cuenta que los pasajeros que viajan de Atlanta a Sudáfrica no son discretos con sus armas de caza, a pesar de conocerse la historia de «Cecil» en los medios de comunicación:
En muchas de mis recientes viajes a Sudáfrica, me llamó la atención que los hombres llevaban en el avión rifles de caza en espera de los animales de gran tamaño. La idea de visitar un lugar tan exótico y hermoso como África con el fin de matar a éstos animales salvajes, me sorprende.
La colección «Bones»
Para montar esta exhibición, Ziman creó una serie de fotografías que representan esqueletos adornados con cuentas o mostacillas de colores africanos que están ubicados entre los cielos oscuros y paisajes de la sabana, según detalla el medio Take Part.
Los cráneos y esqueletos están hechos con una resina sintética, los cuales se moldearon los huesos de rinocerontes, ñus, chimpancés y otras clases de «trofeos» que son apetecidas por los cazadores.
El reconocido artista espera que su trabajo plantee una mayor conciencia sobre el tema de la caza de animales, más allá de la cobertura de prensa y mensajes de redes sociales.
Fuente y fotografía: Veo Verde