La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ha abogado por la puesta en marcha de un Plan Nacional de Infraestructuras Hídricas para hacer frente a las sequías e inundaciones derivadas del cambio climático, en respuesta al informe de la Subcomisión de Agua y Cambio Climático aprobado en el Congreso que plantea reducir el regadío y detener la construcción de obras de regulación
La entidad considera que, al igual que ha habido planes estatales de carreteras o de infraestructuras ferroviarias, se debe apostar por aunar ingeniería y técnica para prevenir «los efectos negativos de las lluvias torrenciales y convertirlos en recursos para las cuencas deficitarias».
Fenacore sale al paso del informe de la «Subcomisión para el estudio y elaboración de propuestas de políticas de agua», porque «entre sus 27 expertos no existe representación de los regantes, a pesar de que concentran más del 60% de la demanda de agua en España«.
Según ha explicado la entidad en un comunicado, el informe se centra principalmente en «la gestión de las demandas y en la reducción de recursos para regadío como medida para reducir el consumo de agua, lo que tendrá no sólo un impacto negativo sobre el crecimiento económico y la creación de empleo, sino sobre el entorno». En opinión de Fenacore, el informe está pasando por alto que esta actividad estratégica actúa «como sumidero de CO2 y reduce la desertización, otra de las principales consecuencias del cambio climático».
A su juicio, hay que «apoyar la estrategia de aprovechamiento de agua» sobre un nuevo Plan Hidrológico Nacional que nazca de un pacto de Estado y que haga posible acometer las actuaciones de los diferentes planes de cuenca vigentes, así como la regulación y modernización de regadíos.