De acuerdo con la información brindada por Oriol Puig, director del Servei Meteorològic de Catalunya al periódico La Vanguardia, las precipitaciones registradas estos días en la región aún son insuficientes pero la situación global sigue siendo preocupante.
Si bien tanto el agua como la nieve beneficiaron el crecimiento de los embalses del Ter y del Llobregat que abastecen a Barcelona y Girona. Ambas significan una reserva importante y recargarán las fuentes de las cabeceras de los ríos. Aunque la previsión era que hacia finales de marzo se entraría en una situación de alerta, de momento, en función de los caudales que puedan recogerse, este horizonte podría postergarse.
“Una vez finalizado el episodio, a corto plazo mejorará la situación de sequía para el sector agrícola y forestal, pero se necesitarían unos cuantos temporales más para paliar la sequía hidrológica” afirmó Puig.