Son muchos los animales que pertenecen a la fauna salvaje y que tienen una enorme capacidad para controlar las plagas que atacan los cultivos agrícolas. Es el caso de los pollos de una pareja de cernícalo vulgar que comen unos 700 topillos entre abril y julio; de una pareja de aguilucho cenizo que consume más de 2.000 roedores en dos meses; o de un murciélago que puede devorar 1.000 insectos en dos horas.

WWF fomenta una agricultura respetuosa con la naturaleza y, en colaboración con Grefa, han editado una guía sobre estos Aliados de la agricultura. Una herramienta para los agricultores que apuesten por el uso de estos “plaguicidas naturales”, frente a los productos fitosanitarios que suponen un gran coste y destruyen el hábitat de estos animales. Los mejores aliados para controlar plagas de insectos y roedores son las aves, los mamíferos, los reptiles y los anfibios.

La guía se presentó el pasado sábado 16 de diciembre con unas jornadas en Villafruela (Burgos), un pueblo en el que Grefa lleva años trabajando con los agricultores para fomentar el control biológico de plagas de roedores.